ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE # 6
CONOCER LAS CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE CIENTÍFICO.
Características del Lenguaje científico
Los textos científicos son aquellos en donde se emplea lenguaje científico. Siendo el lenguaje científico todo mecanismo utilizado para la comunicación, cuyo universo se sitúa en cualquier ámbito de la ciencia, ya se produzca esta comunicación exclusivamente entre especialistas, o entre ellos y el público en general, en cualquier situación comunicativa y canal en la que se establezca. Los textos científicos son aquellos que pertenecen a las ciencias experimentales puras, las cuales estudian las realidades físicas del mundo y se caracterizan por la búsqueda de principios y leyes generales que posean validez universal. Por lo que los textos científicos son aquellos que se producen en el contexto de la comunidad científica, con la intención de presentar o demostrar los avances producidos por la investigación.
El lenguaje técnico–científico no es uniforme. Cada rama del saber, cada disciplina, utiliza un lenguaje propio. Más que de un solo lenguaje científico pues, habría que hablar de variedades o subsistemas que coinciden en unas características comunes. Como el resto de los lenguajes especializados, el técnico–científico sólo es utilizado por sus hablantes en una parcela de su actividad; fuera de ella hacen uso de la lengua común. La dificultad de estos lenguajes los convierten en algo difícil de comprender para el resto de los hablantes de diferentes aéreas.
Los textos científicos deben observar las cualidades fundamentales de la ciencia: objetividad, universalidad y verificabilidad. En general, los textos científicos suelen poseer un alto nivel de corrección sintáctica y, por ello, acostumbran a ser claros y concisos. La precisión, que se logra fundamentalmente mediante el uso abundante de léxico monosémico, es otro de los rasgos definitorios de este tipo de lenguaje.
Claridad
En este tipo de textos predomina la coordinación y la yuxtaposición sobre la subordinación; esto produce una marcada sencillez sintáctica; no son raros, sin embargo, los textos de sintaxis más enrevesada.
•Son frecuentes las subordinadas adjetivas explicativas, que actúan como aclaración de sus antecedentes.
•Con la misma finalidad se utilizan abundantemente incisos, aposiciones y enunciados parentéticos entre comas, rayas o paréntesis.
•No es infrecuente el uso de la conjunción disyuntiva o con valor de identificación o equivalencia.
•Son habituales también los resúmenes, aclaraciones o definiciones tras dos puntos.
•Mediante enlaces extraoracionales explicativos se consolida la coherencia textual.
OBJETIVIDAD
La objetividad se consigue diluyendo la importancia del sujeto, destacando los hechos y los datos, y determinando las circunstancias que acompañan a los procesos.
Para ello, los escritos científicos suelen utilizar recursos como los siguientes:
•Oraciones enunciativas. Presencia casi exclusiva de la función referencial.
•Construcciones impersonales y pasivas, tanto pasivas reflejas como perifrásticas, que ocultan o hacen desaparecer al agente. Utilización esporádica de la voz media.
•Con idéntica función que los adjetivos, utilización profusa de otros adyacentes del SN: proposiciones de relativo especificativas, y complementos del nombre (SN precedidos de preposición).
•Uso predominante del indicativo como modo de la realidad.
UNIVERSALIDAD
Algunos rasgos que muestran la universalidad del texto científico son:
•Uso del artículo con valor generalizador. Atribuye a la especie lo que se dice del individuo: el león es uno de los mayores depredadores de la selva.
•Presente científico. Al ser el presente de indicativo o subjuntivo el tiempo no marcado, el tiempo cero, es el más indicado para designar la universalidad de los hechos.
•Utilización de sustantivos abstractos que confieren a lo material un valor mental y universal.
•Uso de tecnicismos, fácilmente traducibles a cualquier lengua y, por tanto, auxiliares inestimables para contribuir a la universalidad del texto científico.
VERIFICABILIDAD
Exponer es presentar una cuestión cualquiera para darla a conocer y comprender a otras personas. La exposición pura es poco frecuente: lo normal es que se asocie con la argumentación. En la retórica clásica, la exposición constaba de tres fases: inventivo, dispositio y elocutio. Actualmente cabría hablar de documentación, organización de materiales y elaboración final o redacción.
•Documentación:
Es la recopilación de información sobre un determinado asunto. Para que esa labor sea efectiva, es fundamental conocer el objeto de la exposición, dónde se encuentra la información, a quién va dirigida la exposición y con qué grado de profundidad se va a tratar el tema. Es la fase en la que se anotan los datos (habitualmente en fichas o en una base de datos informática) y se elaboran los esquemas y borradores.
Es la recopilación de información sobre un determinado asunto. Para que esa labor sea efectiva, es fundamental conocer el objeto de la exposición, dónde se encuentra la información, a quién va dirigida la exposición y con qué grado de profundidad se va a tratar el tema. Es la fase en la que se anotan los datos (habitualmente en fichas o en una base de datos informática) y se elaboran los esquemas y borradores.
•Organización de materiales:
En esta fase se elabora un guión en el que se recogen, de modo ordenado, los pasos que se seguirán en la exposición. La ordenación de los materiales ha de realizarse de forma que el receptor pueda percibir con claridad y coherencia el sentido de lo que se va a exponer, haciendo prevalecer la idea central sobre las secundarias.
En esta fase se elabora un guión en el que se recogen, de modo ordenado, los pasos que se seguirán en la exposición. La ordenación de los materiales ha de realizarse de forma que el receptor pueda percibir con claridad y coherencia el sentido de lo que se va a exponer, haciendo prevalecer la idea central sobre las secundarias.
•Elaboración final:
La exposición debe redactarse de forma objetiva y con un lenguaje claro, sencillo y correcto, tanto en el léxico como en la sintaxis, con el fin de no añadir dificultades añadidas a la comprensión del texto. Es especialmente importante no dejarse llevar por florituras literarias y recordar en todo momento la finalidad del texto que se elabora.
La exposición debe redactarse de forma objetiva y con un lenguaje claro, sencillo y correcto, tanto en el léxico como en la sintaxis, con el fin de no añadir dificultades añadidas a la comprensión del texto. Es especialmente importante no dejarse llevar por florituras literarias y recordar en todo momento la finalidad del texto que se elabora.
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